¿De qué va el libro?
En un imponente castillo gótico situado en la cima de una colina, en el corazón de la Alemania nazi, un variopinto grupo de oficia les aliados pasó la segunda guerra mundial intentando escapar de sus captores nazis.
Durante cuatro años estos prisioneros pusieron a prueba los muros de Colditz con ingeniosos intentos de fuga que se convertirían en leyenda. Pero, como demuestra Macintyre, la verdadera historia fue aún más sorprendente. Los reclusos representaban una sociedad en miniatura, llena de héroes y traidores, con conflictos de clases y alianzas secretas, y toda la gama de la alegría y la desesperación humanas. Los nombres más famosos de Colditz comparten espacio con personajes menos conocidos, desde los elitistas miembros del Club Bullingdon hasta el paracaidista estadounidense reconocido como el agente secreto menos exitoso de su país.
Combinando la intriga de la época y agudos retratos psicológicos de sus exitosos relatos de espías de la vida real, Macintyre ha insuflado nueva vida a uno de los mejores episodios de guerra jamás contados. Profundamente investigado, lleno de increíbles historias humanas, y con la maestría narrativa de Macintyre, este es el libro definitivo sobre el castillo de Colditz.
¿Qué me ha parecido?
¡Qué bien escribe Ben Macintyre, a quien ya conocía de 'Espía y traidor'. Su forma de narrar es una clase magistral sobre cómo hay que elaborar un ensayo para que no se pueda dejar de leer. Es como uno de esos thriller de Ken Follet ambientados en la Segunda Guerra Mundial, sólo que este tiene mucha más acción.
Este es uno de los libros de ensayo que más me han gustado de cuantos he leído. Hay algo en la temática que me atrapa. Lo mismo con 'Cartas de la Wehrmacht' que con este libro, la trama me atrapa, me sumerge en la Segunda Guerra Mundial y me muestra distintos aspectos de ella que desconocía.
El libro de Macintyre tiene un estilo literario que recuerda a la novela, está cargado de suspense y posee un ritmo muy ágil, pese a la temática y la cantidad de páginas que tiene. No paran de ocurrir cosas. Todo el tiempo hay complots, intentos de escape, mentiras, colaboraciones, fugas, es un no parar. Está narrado con tanto tino literario que se hace muy ameno, es como sumergirse en una novela de John le Carré.
Macintyre tiene una capacidad extraordinario para ambientar lo que ocurre. Su pluma es muy ágil, esboza un castillo con dos pinceladas y te sumerge en él. Además, tiene una visión muy nítida de qué es lo que está pasando en cada momento, y elabora muy bien los perfiles sicológicos de los presos. Hay un modo de tratar su sicología y sus intenciones que acercan la trama, densa en ocasiones, al lector/la lectora.
Por si fuera poco, el libro trae una suculenta cantidad de fotografías, no sólo en el interior, sino en las pastas, la cubierta y la sobrecubierta. Todas ellas vienen explicadas. Son a cuál mejor. Destaca, para mí gusto, una en la que se muestran los instrumentos de tortura que usaban los nazis, y otras dos en las que se ve a los presos disfrazados de chicas de cabaret durante una representación navideña. No hay una sola cosa en este libro que no tenga una razón de ser, todo aporta ambientación a la trama, a la que, dicho sea de paso, no le sobra la acción. La edición, por cierto, es soberbia, con sobrecubierta y tapas súper duras. La calidad de las fotos es extraordinaria.
Es un libro caro, porque cuesta unos veintitrés euros, pero merece cada uno de ellos.
Muy recomendable, sobre todo si, como yo, eres un/a apasionado/a del tema.
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