¿De qué va el cuento?
¿Eres un observador atento?
¿Te gustan los retos difíciles de superar?
Si es así, ¡este libro gigantesco es justo lo que buscabas! Multitud de animales llenan las páginas del libro e intentan ocultarse tras una colorida ambientación rica en detalles.
¡Búscalos y cuéntalos todos
¿Qué me ha parecido?
‘¡Mira, busca, encuentra!’ forma parte de ese grupo de libros que nacieron tras el fenómeno de ‘Buscando a Wally’, uno de los cuentos infantiles más conocidos de los últimos años. Este tipo de libros presentan un montón de ilustraciones preciosas en distintos ambientes con diversos protagonistas que hay que localizar entre tanta información visual. La gracia de estos cuentos es, precisamente, la cantidad de datos visuales que aportan por página. Hay que aprender a ver entre tanta saturación visual. Hay que aprender a elegir dónde centrar la atención, a dejar de intentar abarcarlo todo. Centrarse en lo menudo.
Así, el lector/la lectora deberá hacer un esfuerzo para discernir aquellos aspectos de entre todos los que se ofertan para descubrir lo que están buscando. Es un genial ejercicio de identificación visual que permite trabajar lo que se conoce como preconceptos o prerrequisitos básicos: atención, percepción y memoria. Son unos preconceptos que se trabajan antes de la iniciación a la lecto escritura (entre otras cosas).
Me gustan mucho este tipo de libros porque son sencillos, pero presentan una tarea que puede ir creciendo página a página, de modo que el/la lectores pueden ir esforzándose más y más a medida que van aprendiendo la dinámica. Me recuerda un poco a la metáfora del andamiaje de Bruner: primero ponemos ayudas y a medida que se adquieren competencias se van retirando.
Otro de los aspectos que destaco del libro es el enorme tamaño que tiene, ya que, en un tipo de cuento con tanta información visual, cuanto mayor sea el tamaño de la página, menor es la fatiga y más tiempo podemos dedicar a la búsqueda sin agotar la vista.
Los colores son el tercer punto para subrayar. No resultan estridentes y son agradables a la vista. No saturan. No levantan dolor de cabeza, algo que podría muy bien suceder tras una búsqueda intensa. Los dibujos también son agradables, sencillos, representativos y con un ligero toque que recuerda a la animación. Muy bien elegidos.
Algunas de las actividades que trabajaría partiendo del cuento son:
Charla guiada:
- ¿Qué animales aparecen en esta página?
- ¿Los reconoces todos?
- ¿Hay alguno que no?
- ¿Sabes sus nombres?
- ¿Cómo se escriben?
- Escribimos y leemos los nombres de los animales que salen en cada página.
- ¿Cuál es más largo?
- ¿Cuál más corto?
- ¿Cuál tiene más vocales? ¿Y consonantes?
- ¿Cuál te resulta más difícil de escribir?
Fonética:
- Imitamos los sonidos de los animales.
Plástica:
- Dibujamos/moldeamos al animal que más nos haya gustado.
- ¿Por qué has elegido ese y no otro?
Investigación:
- Buscamos por internet información sobre los animales que hemos visto y de los que no sabemos mucho/nada.
Autoevaluación:
- Creamos bits de inteligencia sobre cada animal visto y cada día los revisamos y decimos lo que sabemos sobre ellos.
- Realizamos un lapbook sobre el cuento que nos sirva de recordatorio.
Estas son solo algunas de las cosas que haría partiendo del cuento. Se me ocurren doscientas o trescientas más, pero no es cuestión de extenderse. El libro es ameno y presenta la suficiente información y posibilidades didácticas como para poder utilizarlo durante bastante tiempo. Puede ser un libro de entretenimiento visual, un cuaderno que sirva para trabajar la discriminación y los preconceptos o un libro motivador que nos lleve a un proyecto investigador sobre los distintos parajes del mundo y los animales y seres vivos que lo pueblan.
Muy recomendable.
Con la colaboración de VVKids.
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