¿De qué va el libro?
Atanasio, un adolescente larguirucho, cree ser el centro de las burlas
de sus compañeros en el colegio de curas al que asiste en el Madrid de
los años 80. Un alumno muy carismático aparece en este nuevo curso y,
sin motivo aparente, busca hacerse un hueco en la vida de Atanasio hasta
lograr convertirse en su mejor amigo. Junto a él empieza a relacionarse
con jóvenes de su edad, a vivir sus primeras juergas, a experimentar
los efectos del alcohol y las drogas y a conocer chicas. Pero las cosas
no son siempre lo que parecen y Atanasio acaba sumergido en los secretos
que esconde su nuevo amigo.
¿Qué me ha parecido?
Este es el segundo libro de Mónica Rouanet que tengo el placer de leer. El primero fue 'No oigo a los niños jugar', una novela que me atrapó desde la primera página y que me dejó con un desasosiego que tardó varios días en quitarse. De hecho, lo regalé para poder debatir y compartir la miseria post lectura.
En esta novela, Rouanet vuelve a demostrar que es, ante todo, una escritora que domina la psicología humana. Apenas necesita un par de páginas para cincelar un personaje dotándole de un carisma que atrapa al/la lector/a, quien se ve obligado/a a adentrarse en los recovecos siniestros hacia los que la autora nos conduce.
Al leer este libro he sentido más esta capacidad de Rouanet de dominar la personalidad humana que en el de 'No oigo a los niños jugar'.
Atanasio surge, casi diría que brota de las páginas con su andar con los hombros caídos, su mirada huidiza y sus manos crispadas, propias de quien está alerta esperando una futura amenaza. Esta capacidad de la autora de diseñar personajes complejos consigue dar una veracidad a las tramas que atrapa a quien se adentra en sus páginas. Dicho esto, llevo desde ayer pensando en este estilo literario de Rouanet. Encuentro que la sencillez en las descripciones unido a la capacidad para crear diálogos 'reales', y lo pongo entre comillas porque, cuando estos son 'ciertos', el/la lector/a los 'percibe', complementan este dominio de la psique humana convirtiendo las tramas en auténticas aventuras de las que no quieres huir.
Y no son necesariamente agradables. Tal vez porque, como dije antes, son reales. O podrían serlo, y ese 'podría', es lo que marca la diferencia entre un libro bueno y un gran libro.
'El camino de las luciérnagas' es una novela más madura que 'No oigo a los niños jugar', pero también más incómoda de leer, tal vez porque los flashback a 1985 traen, o al menos a mí me ha pasado, recuerdos que no son agradables. Ciertos momentos y situaciones paralelas a lo le pasa a Atanasio (Tano para los amigos), que te predisponen a un estado de semi alerta por lo que pudiera pasar. Y de hecho pasa, porque este es un libro con un gran conflicto.
¿Quién no ha querido alguna vez ser popular?
¿Quién no ha deseado alguna vez ser el mejor/la mejor amigo/a de la persona más importante del instituto y gozar de las mieles de su éxito, aunque sólo sea por saber a qué sabe?
¿Quién no ha tenido miedo al qué dirán?
¿Quién no ha cambiado su forma de ser alguna vez para adaptarse a una situación que no desea y que le atrae casi tanto como le repele?
¿Quién no se ha encerrado alguna vez en sí mismo/a para protegerse del mundo?
Estas y otras cuestiones surgen de la lectura del libro de Rouanet, quien sabe qué teclas tocar para incomodar, como debe ser.
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