¿De qué va el libro?
Intriga, magia, amistad, amor y desamor, lealtad, traición, responsabilidad, lucha por la paz, junto a una ambientación excelente.
Personajes complejos, humanos, cercanos, con una mirada próxima al lector.
El agente Cusak del departamento de Asuntos Mágicos y el inspector Lindbergh investigan los asesinatos de tres adolescentes a los que se les ha arrancado el corazón. El agente Cusak sospecha que el asesino es un mago. Las víctimas eran huérfanos de la guerra del este de Europa, nacidos en Ucrania, Rumanía y Moldavia, y habían sido adoptadas por familias inglesas.
Siguiendo las pistas, llegan a Radu y Tatiana, dos jóvenes por cuya sangre corre mucha magia, que les será fundamental para llegar a desvelar la verdad.
¿Qué opino de él?
Daniel Hernández Chambers es uno de los escritores más solventes de la literatura juvenil en nuestro país. También es uno de mis preferidos. Incluso tengo un libro firmado. Pues bien, en esta ocasión nos presenta una novela policiaca con magia por el medio, una thriller en toda regla. Me ha sorprendido mucho, para bien, claro, la trama. Al principio pensaba que sería más rollo policiaco, pero Daniel ha incluido esbozos de magia aquí y allá, la suficiente, la justa, como para crear una especie de Macguffin literario juvenil, una ida de olla a lo Tarantino, pero en libro. Me ha encantado el planteamiento tan distinto y original que tiene la novela, que es uno de sus puntos fuertes, obviamente. Estamos cansados de leer historias sobre princesas que intentan recuperar sus tronos arrebatados. Parece que últimamente siete de cada diez novelas sigan un mismo patrón. Esto provoca que, cuando surge una novela como 'Departamento de asuntos mágicos', te descoloque, te saque de tu zona de confort. ¡Qué bien sienta! Y es que me esperaba una buena novela, pero me he encontrado un novelón tremendo que se lee sin apenas darte cuenta.
'Departamento de asuntos mágicos' está escrita con solidez y mucho oficio; sigue las reglas del género juvenil: estilo directo, sencillo y de capítulos no muy extensos con un final que haga que el lector potencial, ese que tiene siempre el móvil cerca como si fuera una prolongación de su cuerpo, decida pasar una página y seguir leyendo en lugar de actualizar sus redes sociales para ver qué se ha perdido en los cinco minutos que le ha llevado leer el capítulo anterior. La novela de Hernández Chambers tiene algo que me fascina, una mezcla extraña con un sabor especial: en primer lugar, que sus personajes me recuerdan a los protagonistas de 'Men in Black', pero sin el humor que tiene la serie de películas; segundo, la intrahistoria que hay en la novela y que nos habla de esas personas que sufren el destierro por culpa de la guerra, de esos niños y niñas que se ven obligados a realizar una emigración forzosa intentando sobrevivir al propio viaje y, si se puede, a las magias de trata de seres humanos, me parece sublime. Si quitáramos toda la parte del asesinato y la magia y dejáramos sólo la evasión, el libro seguiría mereciendo la pena leerse. En tercer lugar, está ese ambiente mágico, sucio y negro, con tonos azules y verde vejiga, a veces ocres sucios, que impregna la novela y que sale de esos toques mágicos que nos pone el autor para aderezarnos una trama sobradamente trabajada y que no tienen nada que envidiar a la mejor historia de policías que puedas leer. Me encanta esta ambientación en el libro, me ha recordado de nuevo, como ya me ha pasado otras veces, al imaginario de Guillermo del Toro. No me sorprendería nada que fuera el autor quien hiciera la película del libro, porque el estilo es como el suyo.
Daniel Hernández Chambers tiene una forma de contar lo cotidiano de forma creativa que me encandila, que me atrae; su forma de narrar es muy visual, muy cercana. A veces más parece que estés viendo un vídeo en YouTube que leyendo un libro. Y es que esta nueva fábrica de creadores que tenemos actualmente, jóvenes, algunos mucho, han nacido y se han criado con las tecnologías mediante, y eso se nota a la hora de narrar. Sus estilos no casan nada con los de autores de siempre, como Gómez Cerdá, por poner un ejemplo de los millones posibles (no lo digo ni para mejor ni para peor).
'Departamento de asuntos mágicos' es una gran novela juvenil que debe leerse por muchos motivos: porque es un thriller, porque tiene una intrahistoria que es casi mejor que la historia en sí, por los personajes y las descripciones precisas y evocadoras y, sobre todo, porque está muy bien escrita. Mención aparte merece la portada. De lo mejor que he visto en mucho tiempo. Parece más bien hecha en una editorial anglosajona, que siempre se las curran mucho más. Me ha encantado. Un trabajo soberbio de Lola Rodríguez (sí, miré quién la había hecho porque me fascinó). Si aún tienes dudas, te las resuelvo: el libro vale doce euros. Cuando he mirado el precio no me lo he creído. Una historia así, de este tamaño, con esta calidad, una portada y edición tan cuidada, debería valer, como mínimo, cuatro euros más.
En serio, no os la podéis perder. RECOMENDADA PARA SECUNDARIA. De nada.
Con la colaboración de Anaya Infantil y Juvenil.
Aprovecho y os dejo también el enlace a la entrevista que le hicimos hace poco a Daniel Hernández Chambers, por si tenéis curiosidad.
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