Hoy os dejamos con una pequeña entrevista que le hemos hecho a Apila Ediciones, una editorial de literatura infantil que tiene una cantidad de obras de ARTE, inmensa. No os la perdáis.
Solemos empezar las entrevistas preguntando qué tres libros escogerían como platos en un menú literario: el primero, el segundo plato, y el postre, y por qué.
Nuestro menú, eligiendo títulos que hemos editado en estos últimos meses, podría comenzar con un entrante fresco y ligero: Un árbol de Rodrigo Mattioli, ideal para abrir boca, para quedarte con ganas de seguir devorando álbumes. A continuación, un segundo plato más contundente, algo fuerte y saciante con un cierto matiz picante en su sentido del humor, pero que nos deje un hueco todavía para disfrutar de un postre, Magia de Canizales. Para finalizar un libro que funciona como un postre surtido, lleno de color, con muchos ingredientes y sabores, que provoca muchas sensaciones y que nos dejará terminar de disfrutar el menú con una sonrisa, Monstruo Azul, de Olga de Dios.
Háblennos un poco de Apila Ediciones. ¿Cómo, cuándo y por qué nace el sello? ¿Por qué cuentos infantiles y no novela juvenil, que es un género que últimamente está despuntando?
Apila Ediciones nació en 2007. Cuando montamos la editorial tanto mi socio Edu Flores como yo (Raquel Garrido) teníamos hijos pequeños y estábamos empezando a trabajar como profesores en la Escuela de Arte. Al mismo tiempo vinieron de la mano el interés por la ilustración desde el punto de vista profesional y el encuentro con los libros infantiles. Además, la ilustración infantil permite el lucimiento de los ilustradores que suelen ser más arriesgados y experimentar más que en libros ilustrados para adultos. Hay más margen para la fantasía, el juego, la provocación y… el arte.
Como editores, ¿cómo es su día a día?
Siempre hay un montón de cosas que hacer, desde tareas más rutinarias como responder mails o preparar pedidos para los distribuidores a trabajos mucho más gratificantes como entrevistas con ilustradores o escritores o revisión de proyectos, maquetación, reuniones de planificación de publicaciones, etc. Es bastante estresante, ya que, además, somos profesores en la Escuela Superior de Diseño y compaginamos ambos trabajos que se complementan. Afortunadamente hay una gran sintonía entre todos los miembros de la pequeña familia que es Apila y disfrutamos del trabajo en equipo.
Para ustedes, ¿qué es lo que define a un buen cuento infantil?
Una buena historia, que atrape al pequeño lector y también al adulto que le acompaña, bien contada narrativamente y, sobre todo, visualmente, con ilustración de calidad. Y con un final que te sorprenda o que te toque emocionalmente.
¿Reciben muchas propuestas?
Muchas. Revisamos absolutamente todos los proyectos que nos llegan, pero apenas tenemos tiempo de responder. Nos gustaría poder responder a todos y cada uno de los que nos escriben porque están confiándonos su trabajo y su ilusión, pero nos resulta muchas veces imposible.
Si alguien quisiera enviarles una, ¿cuál sería el mejor modo? ¿Deben ir el
dibujo y el texto en la propuesta, vale solo el texto y ustedes buscan al
ilustrador, o cómo va la cosa?
Si nos gusta un texto buscamos un ilustrador adecuado. Pero lo cierto es que, entre los proyectos que nos proponen sin haberlos encargado nosotros, es más frecuente que publiquemos una propuesta ya cerrada.
¿Qué opinan de la agencias literarias? ¿Mejor trabajar con intermediario o prefieren el tú a tú con el/los autor/es?
Preferimos trabajar directamente con los autores e ilustradores. Aunque si nos interesa un autor tratamos de llegar a un acuerdo si tiene agente.
¿Por qué son importantes los cuentos?
Los cuentos son importantes porque contribuyen al desarrollo del niño a
muchos niveles, el intelectual, de compresión, lingüístico, afectivo...
Estimulan las capacidades cognitivas de los niños, en muchas ocasiones les
sirven de modelo para el aprendizaje social, les abren las puertas a la
imaginación y, en el caso de los álbumes, además, son el
primer contacto de los niños con el arte a través de la ilustración. Y
todo eso de una forma lúdica.
Creemos que no. Los adolescentes y los adultos somos los que leemos menos que antes. Los niños hasta los siete u ocho años leen tanto o más que antes, hasta que poco a poco pasan cada vez más tiempo con las pantallas y menos con los libros.
¿Les ha afectado mucho el confinamiento? Las últimas estadísticas que he leído del sector del libro hablan de una caída de las lecturas de casi el 40%. ¿Lo notan?
En nuestro caso hemos sufrido las pérdidas que supone para la venta la suspensión de las ferias del libro, pero las ventas se mantuvieron durante el confinamiento a través de librerías que vendían online, de las grandes plataformas de venta y nuestra propia web. Además, coincidió que publicamos en abril una novedad muy esperada por el público infantil, lo que fue para nuestra editorial un revulsivo con efecto muy positivo. Pero, en general, han sido muy importantes las pérdidas en el sector del libro. Aunque creemos que no debemos quejarnos. Hay otros sectores del mundo de la cultura que están sufriendo mucho más la crisis.
¿Hay algún autor o autora al que no hayan publicado y que les ponga los dientes largos?
Sí, por supuesto. Nos encanta el trabajo de Marta Altés, y ella como profesional y como persona, pero su exclusividad con su editorial inglesa nos impide contratarla para hacer proyectos distintos.
Para terminar, ¿qué deseos tienen para el futuro?
Lo mismo que todos en estos momentos. Volver a disfrutar de la vida como era en el 2019. Y continuar trabajando en esta profesión que nos hace tan felices.
¡¡¡ GRACIAS!!!
Os dejamos las redes sociales de la editorial:
Web.
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