Tasmania -reseña

 

¿De qué va el libro?

 En noviembre de 2015, el narrador, un periodista de formación científica, ha acudido a París para cubrir una cumbre sobre el clima pocos días después de los atentados yihadistas. La crisis que planea en el sombrío ambiente de la ciudad parece un espejo de una crisis más íntima: la que atraviesa la relación que mantiene con su compañera, Lorenza. Y en busca de un sentido a todo lo que está viviendo, a sus miedos y a sus dudas, mientras prepara un libro sobre los efectos radiactivos de la bomba atómica se encuentra con personajes que serán más relevantes de lo que sospecha: un amigo recién separado, un climatólogo experto en nubes, una reportera en zonas de conflicto o un sacerdote que ha encontrado la felicidad donde nunca lo hubiera imaginado. Una de las cosas que casualmente descubrirá es que, en caso de una gran catástrofe mundial, Tasmania es uno de los mejores lugares donde refugiarse. Pero su crisis, decididamente, no es solo suya: es la de todos nosotros, la de nuestra vida y la del planeta.

¿Qué me ha parecido? 

    Paolo Giordano es un escritor de momentos más que de personajes. Encuentro en su nueva novela, 'Tasmania', una reflexión sobre una crisis existencial, que, si bien los personajes están perfectamente creados, es en el meollo donde más afina. En la trama, en el corazón de la novela. Se sirve de los personajes para ponerle voz a esas preocupaciones que tiene dentro y no le dejan dormir. Y es justo sobre eso de lo que habla este libro: de querer y no poder. De asumir lo que no te gusta, lo que pasa, lo que hay.

    'Tasmania' está escrita en primera persona, el protagonista tiene las mismas iniciales que el autor, es una suerte de alter ego que se encuentra en una etapa crucial de su vida, y que nos va desgranando cada uno de los esfuerzos que acomete para no perderse a sí mismo. El estilo literario es muy ágil, los párrafos no son densos y la historia va desarrollándose sin prisa, pero sin pausa. El protagonista, un tanto pusilánime, transmite una cierta sensación de pena al/la lector/a, pero también un poco de antipatía. Al menos a mí. 

    Encuentro en la novela de Giordano un intento de ensayo más que de novela que no acaba del todo de cuajar, quizá porque parece que se esté contando a sí mismo la historia en vez de a un/a lector/a. No sabes muy bien qué pensar al leer la historia. Que me ha gustado, sí, pero también ha sido una novela rara. Un poco tenebrosa, o más bien pesimista. Veo, en esa aceptación de lo que ocurre, cierto poso de amargura que me deja mal cuerpo. 

    El libro está dirigido a cualquier/a lector/a que haya leído algo de este autor, o a cualquier persona que quiera un libro que le haga pensar. Porque otra cosa no, pero el libro se te mete dentro y no hay quien se lo saque. Es de esas novelas que perduran en la memoria, que se anclan en la mente como si fueran una espina. Quieres y no puedes quitártela de encima. Y ni siquiera te produce dolor, sólo una sensación que no te acaba de gustar. 

    En cuanto a la edición, soberbia, como siempre. Tusquets no defrauda. El libro viene con solapas, edición de lujo y una portada que me ha gustado mucho porque enmarca muy bien esa melancolía que impregna todo el libro. 

    ¿Qué más se le puede pedir a un libro?

Con la colaboración de Tusquets Ediciones.