Alice Sun es la única estudiante becada en su internado internacional de élite en Pekín. Esto siempre ha hecho que se sienta invisible para el resto (excepto para su rival académico, el popular Henry Li). Pero un día esa sensación se convierte en algo real y empieza a volverse invisible: invisible de verdad.
Entre la espada y la pared, Alice decide usar este poder para poder pagar la matrícula del internado, destapando algunos escándalos de sus compañeros. Pero todo secreto tiene un precio, y los encargos pasan de ser pequeños cotilleos a verdaderos crímenes. En esta situación, Alice deberá decidir si su futuro vale su conciencia... o su vida.
¿Qué me ha parecido?
Hacía tiempo que un libro juvenil no me divertía tanto.
'Si pudieras ver el sol' es el mejor libro juvenil del año. Al menos, el más original. Lo tiene todo: un argumento que es un aire fresco en un panorama literario que parece un cortapega, un par de buenos personajes (me quedo con Henry) que tienen diálogos bien hechos y la suficiente enjundia como para cargar el peso de la historia sobre sus hombros, y un estilo muy ágil.
Me ha sorprendido gratamente la ambientación. Hay algo en ese Pekín que emana magia. Tal vez sea el bullicio, las bicicletas amarillas que van y vienen, los grupos escolares con sus uniformes camino del colegio, los puestos donde se vende pescado más o menos fresco, la mafia china, o un conjunto de todo ello. Todo este rollo asiático da un toque exótico a la trama que hace que gane varios puntos en cuanto a originalidad, sobre todo porque últimamente parece que todos los libros que se publican estén ambientados en Estados Unidos, como si fuera el único lugar del mundo.
Esta es la primera novela de Ann Liang, quien demuestra que sabe muy bien qué quiere contar y cómo tiene que hacerlo para que el lector/la lectora no pueda cerrar el libro. Controla muy bien las dosis de suspense y sabe cómo y cuándo terminar los capítulos para que estén cargados de tensión narrativa. Me ha gustado mucho esa dupla Henry/Alice, ese amor que no acaba de cuajar, cuando todo es nerviosismo y miradas que quieren encontrarse, pero siempre acaban rehuyéndose.
La historia se lee en media tarde, de hecho recibí el libro ayer. En cuanto te adentras en esas calles atestadas de Pekín, en ese colegio de élite, ya no puedes escapar. El ritmo de la narración es muy ágil. También siento que todo lo relacionado con la invisibilidad está magníficamente trabajado para que, siendo una idea tan antigua como el mundo, cobre una dimensión más moderna. Es original en todo, un soplo de aire fresco en un panorama literario que está saturado de historias poco innovadoras.
La portada, por cierto, soberbia. Entiendo que la novela esté teniendo tan buena recepción, porque merece la pena.
Muy recomendable.
Con la colaboración de Alfaguara IJ.
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