¿De qué va el libro?
A los treinta años y embarazada de su primera hija, Pauline nunca se ha
sacado un carnet de identidad. Cuando por fin lo hace, descubre, tras su
nombre de pila, los de tres desconocidos: Jeanne, Jérôme e Ysé. ¿Por
qué se los pusieron al nacer? En su familia nunca se habla del pasado o
de lo íntimo y, además, está prohibido preguntar. Sin embargo, al dar a
luz, un terrible suceso la deja a la deriva y ese espacio en blanco en
el que siempre tuvo la sensación de crecer se agranda hasta engullirla.
Pauline inicia entonces una obsesiva investigación encaminada a
perseguir el rastro de esos tres fantasmas, tras los que quizá pueda
hallar la salvación o, al menos, el material necesario para construir su
propia identidad. Una búsqueda sin rumbo cierto y al límite de la
locura la empuja tras las huellas de una bisabuela enajenada, por las
callejuelas tunecinas de Susa y por el París homosexual de los años
ochenta, hasta desembocar en los escenarios de una obra de teatro.
¿Qué me ha parecido?
'La hija' es la segunda novela de Pauline Delabroy-Allard, quien nos presenta a Pauline, una mujer en la treintena que intenta dar respuesta a todas las preguntas que tiene sobre sí misma y sobre su pasado, y que nadie quiere le responder.
Esta es una historia sobre el autoconocimiento y la aceptación, pero también sobre la familia y los secretos que se ocultan en ella.
Encuentro una cierta pureza en el modo de escribir de Delabroy-Allard que, en muchos momentos, me ha recordado a autoras como Elvira Lindo y Elene Medel, con sus 'Maravillas'. Es esa ausencia de miedo al uso del lenguaje, la exploración en busca de la propia voz, la experimentación lírica, y ese poso de realismo sucio en las descripciones y los diálogos que dan verosimilitud y cercanía (a veces no deseada), a lo que acontece.
Hay un modo de usar el lenguaje en Delabroy-Allard, una candidez valiente en el modo en que describe, a veces con errores permitidos, como ese 'imprimido' que te choca en la lectura, que da una veracidad a la lectura que se asemeja, en muchos momentos, a los diálogos internos que cada persona tiene consigo misma. Porque somos y pensamos así, con errores y con aciertos. No somos círculos perfectos, ni siquiera elipses, sino una mezcla de ambas, con sus socabones y esquinas.
Delabroy-Allard no escribe, golpea. Su prosa es sencilla y muy rica. Llama a las cosas por su nombre, y eso engancha, porque es real. Los personajes están muy definidos, y lo consigue, de nuevo, con sencillez. Apenas cuatro trazos sobre un papel para marcar las luces y las sombras. Los tonos de voz que se destilan y complementan esos retazos conforman esos personajes que pululan por la historia y que nos recuerdan a ciertas personas, al menos a mí.
'La hija' es un libro corto, doscientas y poco páginas, que se lee de una tacada. Apenas en dos horas largas lo has quitado de delante, si es que quitar es la palabra adecuada. No te deja indiferente, te revuelve por dentro.
Respecto al formato, precioso, sencillo y pulcro, con solapas, como nos tiene acostumbrados Lumen. Cabe en un bolsillo, y viene con banda con comentarios de expert@s. Ideal para regalar.
'La hija' está dirigida a un público adulto, pero creo que se puede adaptar para últimos cursos de bachillerato.
Algunas de las actividades que trabajaría partiendo de ella son:
1) Diálogos y debate:
- ¿Qué es una familia?
- ¿Crees que Pauline la tiene?
- ¿Qué define la identidad?
- ¿Para qué necesitamos saber quiénes somos?
- ¿Sabes quién eres? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
- ¿Crees que es malo no saber definirte?
- ¿Alguna vez has sentido que no sabías quién eras? En caso afirmativo, ¿podrías escribir cómo te sentiste? ¿Esa situación ha mejorado?
- ¿Crees que el nombre influye o determina el modo de comportarse la persona? En caso afirmativo, ¿Cómo? En caso negativo, ¿Por qué no?
2) Comentario de texto sobre un pasaje del libro.
3) Análisis sintáctico: Nunca había tenido carnet de identidad, antes de este día del año de mis treinta años.
4) Reflexión personal sobre uno/a mism/o. Escribe un pequeño texto sobre tu familia. Qué os define, cómo sois, cómo te hace sentir.
No me quiero enrollar mucho más, sólo decirte una cosa: esta es una novela para valientes.
¿Te atreves?
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