Bueno, ¿qué tal lleva el confinamiento? ¿Ha sido fructífero o tanta quietud le ha pasado factura?
Pues no voy a mentir, el confinamiento se me hizo bastante duro. Lo pasé con mi novia, de modo que no me puedo quejar de compañía, pero yo no soy alguien que pueda trabajar en casa. Yo creo que uno necesita dividir los espacios y horarios. El tiempo de trabajo es tiempo de trabajo; y el tiempo de descanso, de descanso. Estando en casa yo no pude hacer eso. Lo primero que hice en cuanto levantaron el confinamiento fue volver corriendo al estudio en el que trabajo con otros dibujantes, e incluso sin poder ver a muchos de ellos que aún estaban confinados, la diferencia fue tremenda. Espero, por el bien de mi salud mental y de la calidad de mis páginas, que no nos vuelvan a encerrar.
Cuéntenos un poco quién es Andrés Garrido Martín. ¿Cómo, cuándo y por qué se empezó a ilustrar?
Buf, pues mi historia en el dibujo no es demasiado interesante. Empecé de niño como la mayoría de los dibujantes y ahí me quedé hasta ahora. A veces pienso que el dibujo es una fase de la infancia que la mayoría de los niños supera pero algunos no. Supongo que algo se me debió quedar atascado en el cerebro en algún momento y sólo lo puedo sacar dibujando. El salto profesional lo di el segundo año de Universidad cuando comencé Iron Shoes, un comic que hice con el guionista Rafael Lindem y que tardé dos años en terminar. Gracias a Dios ya no tardo tanto en hacer un tebeo.
Complete
la frase: un buen ilustrador no debería…
Trabajar gratis
¿Puede hablarnos un poco de sus procesos artísticos? ¿Qué métodos sigue en su trabajo? ¿Alguna manía persecutoria que confesar? ¿Cuánto tiempo le lleva realizar cada uno de sus tebeos?
Pues mi método es bastante normal, soy una persona bastante metódica con el trabajo. Voy al estudio de lunes a viernes de 10: 30 a 19: 30 aproximadamente y los findes descanso.
Las páginas las abordo siempre de la misma manera. Empiezo con un pre story pequeño para hacerme a la idea de la distribución de viñetas, luego paso a los storys-lápices, donde pongo los diálogos y bocatas. De esos suelo hacer 2 o 3 al día. Después paso a las tintas, que suelo hacer 1 al día y luego al color. Empiezo con una gama general de todo el proyecto, para después tener que pensar lo mínimo posible. Suelo pagar a algún colega para que me haga las bases, y luego yo le doy los colores finales. De eso suelo hacer 1 o 2 al día.
Al final, para un comic de 54 páginas, suelo tardar unos 7 meses. No soy el dibujante más rápido (al menos de momento) pero quiero pensar que sí soy bastante responsable.
Y manías demasiadas para recordarlas todas la verdad jajajaja. Por ejemplo, una vez empiezo un proceso soy casi incapaz de cambiarlo por otro. Esto implica que, si estoy con las tintas y me hacen una corrección de los storys, no voy a arreglar eso hasta que termine las tintas de todas las páginas. Pero eso también implica que, si un día estoy haciendo storys y me envían un correo por la mañana, no voy a contestar a ese correo hasta la mañana del día siguiente porque estoy haciendo storys, lo que trae un poco por el camino de la amargura a mi editora. Otra cosa es que, una vez empiezo las tintas, soy incapaz de trabajar sin un vídeo de YouTube, serie o película de fondo. No me valen música ni podcasts. Sólo medios audiovisuales. Aunque luego no les preste atención… jajaja.
¿Se considera usted creativo? ¿Qué es para usted la creatividad? ¿Le preocupa ser creativo?
Pues no me considero una persona demasiado creativa, la verdad. Tengo compañeros que me resulta acojonante la cantidad de proyectos en los que están pensando constantemente, sus cambios constantes de estilo y técnica, sus diseños de personajes loquísimos… yo soy un animal de costumbres. Como dibujante tiendo a centrarme en un estilo, técnica, estética o lo que sea, y me tiro ahí lo que haga falta hasta que ya le he sacado todo el jugo o me ha dejado de resultar interesante y luego paso a otra. No me gusta tampoco quedarme mucho tiempo en una sola cosa. Supongo que para mí la creatividad es un poco eso: jugar constantemente con lo que tienes para crear siempre algo que si bien no sea completamente nuevo, tenga un sabor diferente.Complete la frase: lo que mejor define mi trabajo es…
Creo que cumplir con lo que prometo, aunque ello implique prometer poco la mayoría de las veces.
¿Alguna vez siente miedo al dibujar? ¿A la página en blanco?
Cuando estoy trabajando siento más pereza que miedo. Empezar una página nueva me suele resultar bastante agotador y tardo muchísimo en arrancar. El miedo me viene fuera del trabajo, cuando estoy pensando en historias personales o intentando dibujar para mí. Soy una persona bastante neurótica, y estoy constantemente descartando ideas y dibujos porque no me parecen lo suficientemente buenos. Además, tengo mucha dificultad a la hora de pensar historias propias, de modo que suelo entrar en crisis con mucha facilidad.
¿En qué está trabajando ahora? ¿Puede adelantarnos algo?
¡Claro! Ahora mismo estoy currando con el guionista Kid Toussaint en una trilogía de comics de ciencia ficción y romance llamada Love Love Love para Dupuis. En Agosto terminé el primer tomo y acabo de empezar a trabajar en el segundo. El primer tomo saldrá a la venta en Francia a principios de 2021¿Hay algún autor con quien le encantaría trabajar?
La verdad es que sí. Me hubiera encantado dibujar un tebeo para Hubert, pero por desgracia falleció el año pasado. Otra fantasía improbable que se me viene a la cabeza a veces sería hacer algún comic con Carlos Vermut, que además de director de cine es dibujante y guionista de tebeos. Bueno, soñar es gratis.
Por curiosidad, ¿qué tipo de guiones prefiere: literarios o de otro estilo? ¿Prefiere que el guionista le diga o todo, incluidos los puntos de vista de cada viñeta, o prefiere trabajar con un guión más abierto?
De momento he trabajado en proyectos completos con dos guionistas y los dos definían los planos viñeta por viñeta. Yo personalmente prefiero este método porque me ahorra trabajo, aunque suelo hacer algunos cambios en el storyboard para dinamizarlo o hacerlo más legible. Personalmente prefiero ser más creativo o experimental narrativamente en proyectos más personales y en proyectos con guionista hacer algo más convencional y fácil.
¿Alguna vez ha tenido que ilustrar algo que odiara o con lo que no estuviera de acuerdo?
Hombre, que odie no. Yo no participo en cosas que odio, pero sí que confieso haber tenido que dibujar alguna cosa que me daba un poco de vergüenza ajena. Especialmente algunas escenas de guiones que se meten en temas delicados que no saben muy bien cómo manejar.Complete la frase: lo que más me define como ilustrador es…
¿La expresividad? No lo sé, la verdad. Supongo que eso deberían definirlo el resto… jajajaja
¿Cómo ve el mundo del cómic y la ilustración actual en España?
Bueno, en materia de talentos y autores, es fantástico. Considero que este país tiene un potencial creativo acojonante, y está lleno de gente talentosa y trabajadora. A nivel de industria lo veo regular, la verdad. Nada me gustaría más que hacer páginas en mi idioma, pero si quiero sacar un sueldo decente de los tebeos tengo que seguir trabajando para el extranjero.
¿Qué aconsejaría a quien quisiera dedicarse al tebeo?
Que lea muchos tebeos y dibuje muchos tebeos. Menos OCs y más páginas.
¿Acepta guiones literarios de cómic o cuento infantil?
Acepto guiones de lo que sea. Pero confieso que suelo ser bastante selectivo con los guiones que me pasan. No porque me considere un divo ni nada así, es sólo que dibujar me da mucha pereza y prefiero trabajar en proyectos que, o bien me apasionen, o bien vengan con un sueldo garantizado. Como dice Kenny Ruiz: O te flipas o te forras.
¿Son importantes para usted las redes sociales?
Pues supongo que no tanto como hace un tiempo. A ver, las redes son una buena forma de conseguir visibilidad si sabes lo que puede gustar a la gente, pero no dejan de ser un medio y no un fin en sí mismo. Yo, durante mucho tiempo estuve muy volcado en mis redes mientras preparaba dosieres para Francia, pero ahora que tengo trabajo, no las actualizo demasiado porque tengo otras prioridades. Veo, sobre todo en Instagram, una especie de afán acumulativo de seguidores y visibilidad, como si fuera algo realmente importante. Como si tener más seguidores implicase un sueldo mayor o algo así. No sé, las trincheras del trabajo al final no son las redes. Tener una cuenta de Instagram con más o menos seguidores puede llamar ligeramente la atención de una editorial, pero yo creo que para que esa editorial te contrate necesitas algo más que un perfil de Instagram bien hinchado de seguidores. Supongo que mi perspectiva ahora que estoy trabajando ha cambiado, y no veo un valor real en toda esa carrera por la visibilidad. Al final, mis autores favoritos o bien ni siquiera tienen redes, o bien apenas las actualizan porque están demasiado ocupados preparando su próxima obra.Última pregunta: ¿qué prefiere: digital o tradicional? ¿Qué técnica odia más y por qué?
Pues como tantas cosas, mi bando en esta guerra eterna ha cambiado con el tiempo. Yo hasta hace apenas un año o dos he sido full tradicional, con lápiz azul y tinta de toda la vida. Había probado cintiqs pero sentía que se perdían muchos matices. Pero tuve una crisis con el dibujo bastante gorda. Estaba cansado de mi método de trabajo, sentía que debía ir en otra dirección, y decidí comprarme una cintiq y empezar a trabajar en digital. No negaré que al principio me pareció un poco suplicio, pero igual que con el tradicional, al final es cuestión de encontrar tus herramientas y tus métodos. Creo que no hay que entenderlo tanto como un bando sino como tu equipamiento en un RPG, lo cambias según te parezca o según las necesidades que tengas en cada momento. El método tradicional va a seguir ahí. Puede que algún día me apetezca volver, quien sabe.¡¡¡¡Gracias!!!!!!
Podéis encontrarle aquí.
Web.
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