¿De qué va el libro?
Una desaparición misteriosa y un regreso no menos extraño que enganchará a los lectores desde la primera página.
Cuatro años después de su desaparición, Susana se presenta en casa como si nada hubiera pasado. Ante el desconcierto de la familia, y el suyo propio, la muchacha debe asumir que hay una laguna en su memoria que no es capaz de desvelar.Juzgada por el entorno y los medios de comunicación, que siguieron de cerca su caso, colaborará con la policía para intentar resolver el misterio de su ausencia estos años. ¿Dónde estuvo retenida? ¿Quién se la llevo? ¿Por qué no recuerda nada? ¿Cómo pudo volver a casa?
Demasiadas incógnitas que no parecen tener fácil respuesta y que pondrán a prueba no solo a Susana y los suyos, sino también a los que desean ayudarla y solucionar el caso.
¿Qué me ha parecido?
Hace años, muchos, que Jordi Sierra i Fabra demostró por méritos propios que era un referente de la literatura en nuestro país; no voy a especificar qué tipo, por qué no hace falta.
‘El largo regreso’ es una novela extraña, la propia historia lo es, pero escrita de forma exquisita. Es una novela que habla de una desaparición y un regreso. Es intensa, pero muy ágil, y tiene un poso oscuro que deja un mal cuerpo al lector que permanece tras la lectura, como debe ser (no por lo oscuro, sino porque si un libro no te remueve, es que no ha cumplido su función). Tal vez porque está escrita utilizando oraciones cortas seguidas de puntos y aparte. Esto ayuda a la lectura, porque la trama se desliza. Es todo un acierto. Me ha encantado. Mucho. Otro de los puntos fuertes, sin duda, es la trama, que te mantiene con una tensión suficiente durante todo el libro. Jordi Sierra i Fabra sabe cómo generar una historia con la suficiente intriga, cómo dosificar los datos, cómo generar los puntos de tensión de forma que el lector sienta una imperiosa necesidad de seguir leyendo. Hay un gran oficio detrás que resulta evidente no solo por el estilo de la trama y la elección de lo que ocurre, sino por cómo el autor hace que el lector se interese por lo que ocurre en el libro. Se necesita saber muy bien qué se quiere contar y cómo; hay que tener muy claros los puntos de vista de la historia, el tipo de narrador y el estilo literario. Respecto a la historia, me ha gustado mucho y me ha intrigado, no tanto por lo que cuenta, sino por cómo se ha diseñado todo, por la inteligencia que veo detrás. Ojo, no me refiero a que ’El largo regreso’ no sea un buen libro, porque lo es y mucho, de hecho es una de las mejores novelas juveniles que he tenido el placer de leer, pero personalmente encuentro mucho más interesante estudiar los modos de escritura de esta historia que el libro en sí. Tal vez porque me gusta escribir las mías propias. Y es que esta novela, para mí, es un ejemplo de cómo debes ser una novela juvenil perfecta. Y lo es por todas las elecciones que se han tomado con ella: los personajes, la concisión del lenguaje y el modo de enfocarlo, el tipo de estilo, la longitud de la trama y cómo deshilacharla con cuidado, los cliffhangers al final de cada capítulo, cuántos y cómo usarlos...
En definitiva, ‘El largo regreso’ es un libro que merece ser leído y comentado por méritos propios. Un ejemplo perfecto para cualquier aspirante a escribir para jóvenes.
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