¿De qué va el libro?
La historia jamás contada de la espía que fue la pesadilla de los nazis a pesar de ser mujer y de su discapacidad física.
El objetivo que tenían en el punto de mira era Virginia Hall, una socialité de Baltimore que se abrió paso en el Servicio de Operaciones Especiales, la organización de espías creada por Winston Churchill. Se convirtió en la primera mujer aliada envida tras las líneas enemigas y en una pieza clave para la Resistencia, que revolucionó la guerra secreta tal como se conocía al establecer vastas redes de espías en toda Francia. A pesar de que carteles con su rostro se distribuyeron por todo el país y se puso precio a su cabeza, Virginia rechazó todas las órdenes de evacuar, aunque finalmente se vio obligada a escapar a España cruzando los Pirineos. Lejos de rendirse, volvió de nuevo a Francia y dirigió una victoriosa campaña que consiguió liberar zonas francesas de manos de los nazis tras el Día D.
¿Qué me ha parecido?
Lo cierto es que no tenía pensado que fuera este fuera el primer libro de ensayo que reseñáramos en el blog, iba a serlo ‘La fábrica de cretinos digitales’, pero he cambiado de idea. Me ha parecido importante que el primero del que habláramos fuera uno que tratara sobre una mujer que además hizo cosas increíbles. No digo que el otro no lo mereciera, pero me ha parecido mejor esta opción. Y no os voy a engañar, Dios me libre, pero hasta que he empezado a leerlo, no conocía a la protagonista. Vergüenza me da decirlo. Esto ha hecho que me sintiera aún más necesitado de reseñarlo. Me dije: «si tú no lo conoces lo mismo le pasará a mucha gente. Cambiémoslo». Así que aquí estamos, hablando de una heroína con mayúsculas de la Segunda Guerra Mundial que sigue siendo hoy en día una auténtica desconocida. De hecho, a mí no me hablaron de ella en las clases de historia del instituto. Y dimos las dos guerras mundiales. ¿Por qué? ¿Por qué se ignora a los héroes? No tengo respuesta.
Pero vayamos al libro, que es de lo que se trata.
‘Una mujer sin importancia’ es una biografía sobre Virginia Hall, una de las mujeres más listas y capaces que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Fue espía. Y de las buenas. Nada que ver con James Bond, ni falta que le hizo. Sonia Purnell nos cuenta con todo lujo de detalles la increíble vida de esta mujer americana descontenta con su mundo. Victoria Hall quería cambiar las cosas y se dedicó a ello con ahínco. Si lo que quieres saber es si fue buena espía, te diré que perdió una pierna antes de convertirse en una, y eso no la detuvo. Si eso no es resiliencia, dime tú qué es.
Lo que me ha fascinado de la historia, aparte de la propia figura de la protagonista, es que no sabía que las biografías podían ser tan ágiles, tener un ritmo tan frenético. Hasta ahora siempre había pensado, tal vez porque no había elegido bien las que había leído, que era un género lento. Nada más lejos de la realidad. El libro de Purnell no tiene nada que envidiar a ninguna novela de acción, bien podría estar escrito por Ian Rankin. El libro es vertiginoso cuando menos. No tiene diálogos, claro, pero no los necesita. Leerlo es como estar viendo la película de ‘Valkiria’, de Tom Cruise. Estás metido de lleno en la Segunda Guerra Mundial. Solo el prólogo cuenta con un par de descripciones precisas que hacen que puedas oler la muerte. Muchos libros actuales carecen de ello. Todo ello me lleva a preguntarme: ¿por qué no conocía a esta señora? ¿por qué nadie habla de ella? ¿por qué no se han hecho películas sobre su vida? Si fuera un tío, estoy seguro de que ya habría, al menos, una decena. Quizá alguna filmada por directores de renombre como Clint Eastwood.
El libro es un viaje inigualable al corazón de la Resistencia francesa, pero también nos muestra cómo una simple persona, tal vez no la más capacitada, pero sí la más perseverante, puede cambiar las cosas. Es un canto a la no conformación. Si no te gusta algo no te quedes quieto, haz algo.
Sonia Purnell tiene una verdadera maestría a la hora de hacer que te sientas furioso, o feliz, o empático con alguien. Sabe cómo mover tus sentimientos con una simple descripción. Es capaz de hacerte temblar o de describirte una muerte de manera que el hedor rancio y dulce te golpee en la nariz. ‘Una mujer sin importancia’ no es un buen libro, es un GRAN libro. Para mí de OBLIGADA LECTURA en Secundaria. De hecho, pienso que esta novela trata los grandes temas: el amor, el odio, las diferencias, las clases sociales, la marginación, la necesidad de seguir adelante y la autoestima. Merece, sin duda, una lectura comprensiva, lenta (si es que puedes, que yo no fui capaz) y, sobre todo, un debate posterior. Hay mucho que debatir tras la lectura. Este es un libro que permanece en la mente mucho después de terminarlo.
Virginia Hall es un personaje histórico, tan importante como lo fue Lucie Aubrac (Lucy Bernard); una mujer con una vida como la de Phileas Fogg multiplicada por diez. Hasta ahora no sabía que merecía un libro porque no sabía quién era. Ahora sé que merece muchos.
‘Una mujer sin importancia’ es una grandísima opción para los amantes de la historia, las biografías o el feminismo. Si os atraen estos temas, os encantará. Por si fuera poco, la edición es preciosa, y cuenta con fotos reales explicadas (aunque me hubiera gustado que fueran muchas más).
La única pega que le pongo es la portada, que no le hace nada de justicia al libro.
No os lo perdáis, merece la pena.
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