¿De qué va el libro?
Nº.1 EN FRANCIA, PREMIO FEMINA DE ENSAYO
El uso de tecnología —smartphones, ordenadores, tabletas— por parte de las nuevas generaciones es absolutamente desproporcionado. Con solo dos años de edad, el consumo medio se sitúa en torno a las tres horas. De los ocho a los doce, la media se acerca a las cinco horas. En la adolescencia, la cifra se dispara casi a siete horas, lo que supone más de dos mil cuatrocientas horas al año en pleno desarrollo intelectual. En contra de lo que la prensa y la industria han difundido hasta ahora, el uso de la tecnología, lejos de ayudar al desarrollo de los niños y estudiantes, produce graves complicaciones de toda índole: sobre el cuerpo (obesidad, problemas cardiovasculares, reducción de la esperanza de vida), sobre las emociones (agresividad, depresión, comportamientos de riesgo) y sobre el desarrollo intelectual (empobrecimiento del lenguaje, concentración, memoria…). Esta es una obra de denuncia imprescindible para padres y pedagogos preocupados por el desarrollo de sus hijos y alumnos. El prestigioso experto en neurociencia Michel Desmurget propone la primera síntesis sobre los peligros reales de las pantallas y nos alerta sobre las graves consecuencias que conlleva seguir promoviendo de forma acrítica el uso de estas tecnologías.
¿Qué me ha parecido?
Hay libros interesantes, y libros necesarios. Este es un libro interesante y necesario.
Hay libros de ensayo que cuentan cosas, y libros de ensayo que cuentan, proponen, iluminan y son necesarios. Este es de los segundos.
‘La fábrica de cretinos’ digitales es el mejor libro de divulgación que tenga que ver con la educación que podáis encontrar. Es un libro sobre mentiras, y sobre personas que se las creen. Es un libro que destapa un cofre escondido y abre la puerta para que todos podamos mirar lo que esconde dentro: la verdad. Y no es otra que esta: estar todo el día con videojuegos, con pantallitas y conectado, no nos vuelve inteligentes, en contra de todo lo que se ha dicho, es nocivo, y tiene unas profundas consecuencias en los menores.
A continuación, me tomo la libertad de poner algunos datos interesantes que he encontrado en el libro. Cito:
1º) Este primer punto lo he tomado del primer párrafo del libro. Para muestra, un botón. Tiempo que pasan los menores occidentales ante las pantallas:
-a partir de los años: casi 3 horas.
-8-12 años: 4,45 horas.
-13-18 años: 6,45 horas.
Esto equivale a:
-a partir de los dos años: mil horas. Más de lo que están en el centro.
-8-12 años: 1700h = dos cursos lectivos.
-13-18 años: 2400h = dos cursos y medio.
2º) Datos de investigaciones actuales. Jugar al Súper Mario (es un ejemplo de videojuego) provoca una adaptación de la zona prefrontal del cerebro que solo afecta al deseo de jugar. Es decir, se aumenta la zona del cerebro relacionada con la recompensa ( y a nadie le amarga un dulce). Esto se potencia en los videojuegos de acción.
3º) Todos los estudios demuestran que: cuanto más ven la televisión los estudiantes, cuanto más juegan a videojuegos, cuanto más usan los smartphones, y más activos son en redes sociales, peores notas sacan.
4º) Todos los estudios demuestran que: cuanto más invierten en pantallas los países, peores resultados académicos se obtienen.
5º) Las pantallas retrasan la hora de irse a la cama (peor descanso), extienden el tiempo de latencia de inicio del sueño e interrumpen el descanso (peor descanso). La mitad de los adolescentes se despierta una vez como mínimo para ver el móvil (insisto, peor descanso).
Dicho lo anterior, creo que la importancia que cobra el libro es inversamente proporcional a la cantidad de información vital que aporta para los padres y educadores. Desmurget es claro en sus análisis, habla sin pelos en la lengua. No le da miedo desmentir bulos o leyendas urbanas y lo hace de cuajo, como quien arranca una tirita de un tirón. Es directo, sistemático y no se anda por las ramas. La cantidad de información que aporta es abrumadora, y el modo en que nos la aporta, sublime.
Este es un libro de divulgación que se lee del tirón pese a la inmensa cantidad de bibliografía que tiene. No es aburrido, es desastroso, porque rompe con estereotipos que tenemos arraigados en lo más profundo. Da palos hasta en el carné de identidad. He puesto varios ejemplos, pero podría sumar folios y folios de ellos. Los hay de todos los gustos y colores. Lo que le sobran son datos, que es lo que falta entre tanta demagogia.
En cuanto a la edición, preciosa, dura, con solapas, una buena elección de colores y un tipo de letra no muy pequeña, que se agradece entre tanto dato.
Sin duda, ‘La fábrica de cretinos digitales’ es un buen libro. Es más, es necesario. Debería ser de obligada lectura a todas las familias sean de la índole que sean. Debería hablarse de estos datos que aporta en las clases de tutoría. Hay mucho debate que hacer en torno a él. Los textos que aporta deberían formar parte de los exámenes de acceso a la universidad.
Tenemos el libro, y los datos, luego que cada cual haga lo que quiera: leer el libro y ponerlo en práctica, o seguir vomitando odio en tuiter (último dato: menos del 3% de los jóvenes usan Internet para crear algo, bien sea un blog, una web..., y son completos analfabetos digitales; solo saben chatear, ver vídeos o escuchar música).
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