¿De qué va la historia?
La Escuela de Artefactos y Oficios solo acoge a jóvenes mentes brillantes. De las manos de sus alumnos salen sombreros voladores, robots casi humanos y casas que actúan como un verdadero tanque de guerra. Pero los alumnos desconocen muchas cosas de la institución y temen muchas otras. Ágata McLeod, la protagonista de La balada de los unicornios es una niña mecánica (con ojos artificiales) que es una verdadera genio, aunque su tía Cornelia, que dirige la escuela en plan dictadora ayudada por un ejército de arañas hipnotizantes, no se lo ponga fácil para destacar.
Y es que Cornelia es una bruja, pero de las de verdad. Practica magia oscura y ha encerrado a León, el mejor amigo de Ágata, para extraerle gota a gota su caudal de magia. Además, como aliado tiene a una especie de Jack el destripador, un asesino que desgarra a sus víctimas sin piedad.
¿Qué me ha parecido?
¡POR FIN UN LIBRO DE FANTASÍA JUVENIL QUE MERECE LA PENA LEERSE! ¡POR FIN UNA EDITORIAL QUE NO TIENE MIEDO DE PUBLICAR FANTASÍA JUVENIL!
Qué ganas tenía de decirlo. Y es que no entiendo por qué cuando presentas una novela juvenil fantástica a una editorial, ni siquiera quieren leerla. No entiendo por qué no quieren ni leer la sinopsis en cuanto les dices que es juvenil… ¡Como si solo Laura Gallego escribiera esos libros! Y luego vas a la librería y esas mismas editoriales publican fantástica juvenil pero traída de fuera. ¡Como si solo l@s escritor@s anglosajones pudieran hacer ese género! Si fuera así, no existiría ‘Memorias de Idhún’, ni la obra de Javier Ruescas: ‘Cuentos de Bereth’.
Bien, una vez hecha mi queja, hablaré del libro, que es a lo que he venido.
¿Qué vamos a encontrar si nos adentramos en la novela de Ledicia Costas?
Pues muy buen rollo. Mucho arte, y una mezcla curiosa de ciencia, fantasía y ambientación dieciochesca (tiene un poso amargo en ciertos momentos, que me ha traído a la memoria algunos pasajes de ‘Sleepy Hollow’), todo ello aderezado con un ritmo rapidísimo (estoy leyendo a la vez dos ensayos muy largos y lentos, así que, comparado, todo es rápido). ¿Qué más podemos pedir? Me ha gustado mucho ese aire steampunk que me ha recordado también a la trilogía de ‘Leviathan’, de Scott Westerfeld, lo que me lleva al punto anterior: no hace falta salir de España para encontrar grandes autores/as. De hecho, me ha gustado mucho más el libro de Ledicia que el de este otro autor, cuyo trilogía fui incapaz de terminar. Era soporífera.
¿Qué más cosas me han gustado de la historia de Ledicia Costas?
Ya he dicho el género y el ritmo. Hablemos de la historia. Me ha gustado mucho. Tiene un poco de thriller, que siempre está bien en libros juveniles. A los adolescentes, y me atrevería a decir que los preadolescentes, los misterios les gustan. A mí también. Ledicia Costas ha elaborado una historia con un final precioso que es, en sí misma, un pequeño thriller que enganchará a cualquier lect@r que se acerque. Está bien pensando, bien hilado, y tiene un final que no defrauda. La historia es original, el ritmo narrativo tenso y bien trazado, y los personajes tienen la suficiente enjundia para que puedas amarlos o enfadarte con ellos. Me ha gustado especialmente el que este libro, al contrario que muchos de los que leo para jóvenes, no trata con condescendencia a quien lo lee, como si por el hecho de ser jóvenes fueran tont@s. Y tú me dirás: ¿Cómo se nota? Para mí es fácil: si lees una novela para público juvenil que tiene diálogos rancios, personajes que parecen de papel (bueno, ya me entendéis) y, sobre todo, una escala de grises minúscula es que el/la autor/a no ha hecho su trabajo. No importa que estés escribiendo para niños/as, incluso cuando éramos pequeñ@s había grises; quizá pocas tonalidades, o tal vez de una intensidad menor, pero los había. Úsalos. ¿Por qué hacer un libro que trate al lector/a potencial como si fuera idiota? No tiene sentido. Además, ese tipo de libros, por experiencia, son pesadísimos de leer. Y normalmente quien los escribe ha visto o ha interaccionado menos de diez veces en su vida con un/a niñ@. Seguramente l@s habrá visto en la tele o en cromos. Poco más.
¿Algún pero?
Lo cierto es que no se me ocurre ninguno. Es un buen libro. Muy completo.
Mención aparte merece la edición: me ha gustado mucho que sea de tapa dura sin sobre cubierta, es más cómodo al leer. Las ilustraciones, por otro lado, son preciosas. De lo mejor. Un libro de esta temática necesita una portada poderosa. Este lo tiene. Quien haya elegido estos temas ha acertado de lleno.
Bueno, pues esta es mi opinión. Si buscáis una novela juvenil fantástica, esta es una gran opción. Y, además, marca de la casa. Tiene una buena historia, una buena edición, una buena portada, un estilo fresco, unos personajes bien tramados, un buen precio... ¡Qué más queréis!
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