lunes, 28 de octubre de 2024

La brújula del escritor. Para un gran viaje literario: creatividad y oficio -reseña

 ¿De qué va el libro?

La brújula del escritor es un libro distinto: un nuevo paradigma para escribir, así como una nueva perspectiva para desarrollar la creatividad y el oficio (y entender la vida).

Te invita a reflexionar y a actuar. Te brinda las herramientas para hacerlo, te demuestra que con las palabras se puede todo a la vez que te ofrece un método para que recobres algo que nunca deberías perder: ser la escritora o el escritor de tu propio libro.

Con prólogo de Francesc Miralles.

¿Qué me ha parecido?

    Alba Editorial nos trae un volumen que se aleja de los manuales de escritura convencionales para invitarnos a un viaje de autodescubrimiento y creación. La brújula del escritor, escrito por Silvia Adela Kohan, se erige como una guía esencial para quienes buscan más que una estructura formal o una lista de consejos. Aquí, la autora despliega un mapa de posibilidades donde las palabras no solo cuentan historias, sino que revelan y transforman al propio escritor en el proceso. No es una lectura ligera ni una obra para consumir de un tirón; más bien, es un libro que pide compromiso, paciencia y, sobre todo, una disposición a escribir a su lado, a recorrerlo con lápiz y cuaderno en mano, anotando, borrando, descubriendo y redescubriendo.

    Kohan organiza La brújula del escritor en una serie de capítulos, o más bien estaciones, que forman un trayecto íntimo hacia la propia voz literaria. A diferencia de muchos manuales que presentan la escritura como un acto técnico, casi calculado, este libro profundiza en las emociones, los bloqueos, y los miedos que pueden surgir en el proceso creativo. Es, en efecto, una brújula: no ofrece direcciones rígidas ni senderos inamovibles, sino que guía al lector-escritor a trazar su propio camino en el vasto e inexplorado territorio de la creatividad. Cada capítulo no solo invita a la reflexión sino a la acción, y es en esa dualidad entre leer y escribir, entre reflexionar y crear, donde el libro cobra su verdadera dimensión.

Escribir es descubrirse

    Desde el inicio, Kohan establece que la escritura es tanto un arte como un proceso de autoconocimiento. El lector-escritor se verá confrontado con preguntas que, en lugar de resolver directamente un problema técnico, lo sumergen en un proceso introspectivo: ¿qué me mueve a escribir? ¿De qué manera resuena mi propia historia en lo que escribo? ¿Cuáles son los silencios y los ecos que sostienen mis palabras? Kohan aborda cada una de estas cuestiones con una perspectiva que se siente cercana, como si el libro no estuviera hablándole a un “aprendiz de escritor” sino a un igual, a alguien que ya lleva dentro el impulso creador.

    Pero la propuesta de Kohan va más allá de una introspección meramente teórica; su enfoque es eminentemente práctico. La autora guía al lector a través de ejercicios concretos, inspiradores, diseñados para despertar esa chispa creativa dormida o anquilosada. Es imposible leer La brújula del escritor sin sentir la necesidad de detenerse, de tomar el lápiz y el papel, de poner a prueba lo aprendido en un acto de creación continua. Cada ejercicio se convierte en una puerta hacia lo inesperado, y muchas veces los resultados son tan reveladores que uno se encuentra con una frase, una idea, o un personaje que nunca habría pensado.

Un libro de acompañamiento y de relecturas

    No es un libro de paso único. La brújula del escritor es una obra para tener cerca, un texto al que volver una y otra vez a lo largo del proceso creativo. Kohan advierte que la escritura, al igual que la vida, es un proceso circular, y que cada lectura de este libro ofrecerá algo nuevo, un ángulo distinto desde el cual abordar la propia creación. Esto se debe en parte al hecho de que Kohan no plantea respuestas absolutas ni fórmulas rígidas, sino que invita a reinterpretar los conceptos de acuerdo a la experiencia y el momento vital de cada lector.

    Esta cualidad de La brújula del escritor lo convierte en un libro meditativo, donde el autor en ciernes puede descubrir algo nuevo en cada vuelta de página, en cada anotación anterior, en cada línea ya subrayada. A diferencia de otros libros de escritura, aquí el valor no reside en una acumulación de conocimientos o técnicas, sino en la capacidad del lector para conectar esos conocimientos con su propio proceso personal. En ese sentido, la obra se convierte en un auténtico compañero de ruta, un volumen que se entrelaza con la vida del lector a medida que este evoluciona como escritor.

El papel del bloque creativo y la escritura como catarsis

    Uno de los grandes temas que La brújula del escritor aborda con especial profundidad es el de los bloqueos creativos, ese fantasma que acecha a todo escritor en algún momento de su trayecto. Kohan no solo los reconoce como parte natural del proceso, sino que los analiza desde una perspectiva enriquecedora. Según ella, el bloqueo no es algo que deba superarse mediante una técnica específica o un truco rápido; en cambio, es una señal de que algo en el proceso creativo necesita atención. A través de ejercicios reflexivos, Kohan anima al lector a entender la raíz de sus bloqueos, a enfrentarlos y a comprenderlos. Así, la escritura se convierte en un medio de catarsis, en una herramienta que permite al escritor lidiar con sus propias resistencias y temores.

    Esta mirada integral y holística a la escritura es uno de los aspectos más valiosos del libro. Kohan aborda el acto de escribir como un todo, en el cual las emociones, los recuerdos y las experiencias del escritor juegan un papel fundamental. La escritura no es aquí solo una habilidad que se perfecciona con la práctica; es un acto de profunda conexión personal. Al reconocer y aceptar los momentos de bloqueo, el autor se permite sentir, pensar y expresarse sin barreras, transformando cada dificultad en una oportunidad de crecimiento.

La brújula hacia la propia voz

    En última instancia, La brújula del escritor es un libro sobre la búsqueda de una voz propia, esa expresión única que define a cada autor. Kohan insiste en la importancia de escuchar y entender esa voz interna, de encontrar en ella no solo un estilo, sino una autenticidad que haga resonar las palabras. No es una tarea sencilla, y aquí es donde la autora muestra una sensibilidad particular. Kohan comprende que la originalidad no es un recurso inagotable, sino un trabajo consciente, un proceso de depuración y descubrimiento en el que cada escritor necesita aprender a reconocer y aceptar sus propias imperfecciones.

    Silvia Adela Kohan plantea que para encontrar la propia voz hay que abrazar el proceso de escribir como una labor sin atajos. En cada capítulo, invita a detenerse en la estructura, en los personajes, en la atmósfera y en los detalles que componen una historia. No es un libro que enseñe “cómo escribir”, sino que nos muestra “por qué escribir”. Y en esta diferencia sutil, pero vital, radica la fuerza de su propuesta.

Conclusión

    La brújula del escritor, de Silvia Adela Kohan, es más que un libro de consejos o técnicas de escritura. Es una invitación a la introspección, un llamado a explorar los propios recursos internos y a entender el acto de escribir como un viaje único e irrepetible. Cada página invita a detenerse, a reflexionar, a trabajar, y en ese sentido, es un libro que exige mucho de su lector, pero que le devuelve, a cambio, herramientas y experiencias que enriquecen profundamente su camino como escritor.

    Publicado por Alba Editorial, este libro se convertirá sin duda en un compañero de cabecera para quienes buscan un enfoque de la escritura que vaya más allá de la técnica y se adentre en la creación como acto de autoconocimiento y exploración continua. Un libro para releer, para tener siempre a mano, y para recordar que el verdadero acto de escribir comienza, muchas veces, mucho antes de la primera palabra en la página.

 Con la colaboración de Alba Editorial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Stefan Zweig, Romain Rolland. De un mundo a otro mundo. Correspondencia (1910-1918) -reseña

 ¿De qué va el libro? En noviembre de 1914, tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, Stefan Zweig anotó en sus Diarios : «He tenido ...