jueves, 14 de enero de 2021

Las diez mil puertas de Enero -reseña

 


¿De qué va el libro?

Enero Demico es una joven curiosa que vive en una extensa mansión llena de objetos y tesoros peculiares. Como la pupila del rico Sr. Locke, se siente un poco distinta a todo aquello que la rodea. Entre todos los artefactos que habitan la casa, Enero descubrirá un maravilloso libro: un libro que la llevará a otros mundos y que cuenta una historia repleta de puertas secretas, de amor, aventura y peligro. Cada vez que pase una de sus páginas se le revelarán verdades imposibles hasta descubrir que la historia que lee está cada vez más entrelazada con la suya.

¿Qué me ha parecido?

‘Las diez mil puertas de Enero’ es el nuevo libro de fantasía que acaba de publicar Roca Editorial. No había oído nada sobre él, de modo que me adentré en la lectura sin saber ni de qué iba. Mi mente estaba libre de prejuicios y de opiniones ajenas sobre lo magnífica que era la novela. No suele pasar a menudo, por desgracia. Quieras o no, siempre acabas sabiendo más de lo que te conviene sobre el libro que estás a punto de leer. Son las desventajas de vivir en un mundo híper conectado. La información te sobrevuela, no tienes dónde posar los ojos para esquivarla. Todo son datos.

El caso es que me adentré en la novela sin saber nada sobre ella. Las primeras páginas, cuatro o cinco, me resultaron un poco lentas (me pasa con todos los libros excepto con ‘El nombre del viento’, no sé por qué), hasta que Enero fue metiéndose en harina. Enero. Qué buena protagonista y qué gran nombre. Porque los nombres de las cosas importan, aunque muchos lo nieguen.

Hace tiempo me di cuenta de una cosa, no sé si a vosotr@s os pasa lo mismo: los buenos personajes tienen voz propia; hay en ellos una mirada que les permite ser capaces de ver lo que a los demás les pasa desapercibido. Es como una radar que no hace ruido y que les muestra partes de la realidad que son invisibles para los demás. Es esa capacidad de ver lo invisible lo que les hace ser MÁS en todos los sentidos de la palabra. Es lo que los convierte en seres de carne y hueso (al menos mientras dura la lectura), y es lo que los transforma en personajes imperecederos. Tenemos esa mirada en Paul Atreides, está en Calpurnia Tate, en Oliver Twist, en Kvothe y en Brandon Stark. Es común a todos, es lo que les dota de fuerza de voluntad, de color en un mundo gris. Es lo que hace que los ames. Así, cuando terminas ‘Dune’, o tantos otros libros, con lo que te quedas es con ese amor que has cogido a esos personajes, con su mirada limpia y su modo de ver las cosas invisibles. Te quedas con el eco de su voz y sus pasos, y no quieres desprenderte de ellos porque, mientras los oyes, una parte de ti siente que son tuyos, y eso te hace mejor. Esa mirada plácida y lúcida la tiene Enero, y en ella brilla con intensidad.

‘Las diez mil puertas de Enero’ es una novela majestuosa escrita con una pulcritud y un oficio que provocan envidia. Es una novela que muestra pinceladas de magia aquí y allá que poco a poco van componiendo un mundo donde quisiéramos quedarnos a vivir. La autora, Alix E. Harrow, se muestra como una escritora que tiene una comprensión de la fantasía que no suele verse. Conoce muy bien cómo construir personajes, sí, cómo dotarlos de una voz, de esa mirada de la que hablaba antes, pero en este libro muestra también que es una gran conocedora de en qué consiste la fantasía y cómo la magia debe ser algo que ponga la guinda del pastel y no un recurso que se usa porque sí. Encuentro que este libro es una pequeña joya que va a perdurar en la memoria de muchas personas por su originalidad y por la calidad de la prosa (pocas veces he encontrado una capacidad descriptiva tan cercana, que provocara en mí una evocación tan intensa), pero también por los personajes que lo pueblan, todos ellos llenos de matices, como debe ser. Enero me ha recordado en algunos momentos a Calpurnia Tate, a quien mencionaba antes, pero también tiene mucho de Kvothe, y me atrevería a decir que su modo de ver lo que hay cuando los demás no lo encuentran, me recuerda a Ender, si ese muchacho pudiera ser alguna vez menos oscuro y más feliz.

Este es un libro que merece muchas lecturas. No se puede ni se debe leer una sola vez. Es una historia de fantasía que es en sí misma una clase magistral sobre cómo debe ser un buen libro del género. Se pueden sacar muchas cosas de la narración: cómo crear atmósferas, cómo dosificar las descripciones y cuándo hacerlas, cómo crear personajes antagónicos, cómo tratar los distintos tipos de magia… ‘Las diez mil puertas de Enero’ es una novela destinada a perdurar en la memoria. Te gustará seas o no amante del género fantástico. Y te aseguro una cosa: al acabar el libro, no podrás mirar a ninguna puerta sin preguntarte qué secretos esconde o qué habrá detrás. Y digo más, aunque no quieras, una parte de ti soñará con las cosas más increíbles que puede haber tras ella. 

Por cierto, y aunque no tiene nada que ver: la portada y la edición en sí son de lo mejor que he visto en años. PRECIOSAS. De coleccionista. Como debe ser. Algunas editoriales deberían tomar ejemplo. 

Con la colaboración de Roca Editorial.

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