¿De qué va el libro?
Con un discurso claro, sencillo y poderoso, que se basa en crear y cultivar con mimo y atención el instrumento más fuerte creado por el ser humano para transmitir conocimiento: el vínculo.
En sus páginas descubrirás que el secreto para educar con las otras TIC (tiempo, interés y cariño) no es otro que empezar a propagar lo que el autor llama el «efecto purpurina»; un efecto basado en el optimismo, en la búsqueda de soluciones, en el tiempo, en las emociones y en la confianza; un efecto que contagia e ilumina.
Si le dedicas tiempo, es muy probable que, al leerlo, sientas un irrefrenable deseo de querer ser mejor persona. Y si eres docente, de ser mejor educador.
¿Qué me ha parecido?
En la actualidad, donde las aulas se llenan de dispositivos tecnológicos y metodologías innovadoras, Educar con las otras TIC: Tiempo, Interés y Cariño, de Manu Velasco, ofrece una visión profundamente reflexiva que invita a volver a las raíces de lo que realmente importa en la educación: la conexión humana. Este libro, más que un manual técnico o una guía pedagógica tradicional, es un manifiesto para aquellos educadores que creen que la verdadera enseñanza va más allá de las pantallas y el software educativo. Velasco reinterpreta el acrónimo TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para proponer un enfoque donde el tiempo, el interés y el cariño son los pilares inamovibles para una educación que impacte y transforme.
Las "otras TIC" que marcan la diferencia
El primer punto fuerte del libro es su sencillez y accesibilidad. Sin caer en tecnicismos o jerga pedagógica, Velasco se dirige a educadores, padres y estudiantes de pedagogía con un lenguaje claro, directo y cargado de empatía. Desde el principio, deja claro que aunque las tecnologías son herramientas valiosas en el aula, no pueden sustituir los aspectos humanos del proceso educativo. En lugar de centrar el aprendizaje exclusivamente en la adquisición de conocimientos o habilidades tecnológicas, el autor pone el foco en la formación de personas, en su bienestar emocional y en las relaciones significativas entre docentes y alumnos.
Tiempo: El recurso más valioso
En su primer gran apartado, Velasco habla del tiempo como un recurso escaso pero fundamental en la educación. En una sociedad acelerada, donde las agendas están repletas de actividades y los docentes se ven abrumados por cumplir objetivos curriculares, dedicar tiempo de calidad a los estudiantes puede parecer un lujo. Sin embargo, el autor sostiene que es en esos momentos de atención personal donde ocurre el verdadero aprendizaje. Escuchar a los estudiantes, conocer sus intereses, problemas y fortalezas, y dedicar tiempo a entender cómo aprenden es, según Velasco, la clave para una enseñanza exitosa.
Este enfoque resuena especialmente en la realidad de los futuros opositores, quienes a menudo enfrentan la presión de dominar contenidos académicos y técnicas pedagógicas en un tiempo limitado. Velasco recuerda a los futuros docentes que el tiempo dedicado a comprender y apoyar a los alumnos es una inversión que rinde frutos a largo plazo. No es suficiente dominar el contenido de la materia; es imprescindible saber cuándo detenerse, cuándo escuchar, y cuándo dedicar tiempo para reforzar la confianza de los estudiantes.
Interés: El motor del aprendizaje
El segundo pilar que Velasco plantea es el interés, tanto del docente hacia el alumno como del alumno hacia el aprendizaje. Velasco destaca que, para lograr un impacto duradero en la vida de los estudiantes, el interés debe ser genuino y mutuo. El docente no solo debe preocuparse por que los estudiantes aprueben exámenes o memoricen conceptos; debe interesarse por sus emociones, aspiraciones y necesidades personales. En este sentido, el libro invita a los educadores a trascender el rol tradicional de “transmisores de conocimiento” para convertirse en mentores y guías que acompañen a los estudiantes en su desarrollo integral.
El autor aborda cómo el interés del docente influye directamente en la motivación del alumno. Cuando los estudiantes sienten que su profesor está realmente comprometido con su crecimiento, no solo académico sino también personal, se genera una conexión que favorece el aprendizaje. Este aspecto es particularmente relevante para los futuros opositores, quienes deben formarse no solo en los aspectos técnicos de la enseñanza, sino también en las habilidades emocionales y de comunicación necesarias para inspirar y motivar a sus futuros alumnos.
Cariño: La enseñanza con empatía
El tercer y más poderoso componente de las "otras TIC" es el cariño. En una época en la que las aulas pueden convertirse en espacios impersonalizados por la cantidad de alumnos o las presiones administrativas, Velasco destaca que enseñar con cariño no es una debilidad, sino una fortaleza. El cariño crea un ambiente seguro, de confianza, donde los estudiantes se sienten valorados y respetados. Es a través del cariño que se construyen las relaciones que perduran y que marcan verdaderamente la diferencia en la vida de los alumnos.
Velasco subraya que el cariño no se limita a ser una emoción vaga o abstracta, sino que debe traducirse en acciones concretas. Un profesor que enseña con cariño es aquel que se preocupa por el bienestar emocional de sus estudiantes, que celebra sus logros, por pequeños que sean, y que está dispuesto a brindar apoyo cuando las cosas no van bien. Esta aproximación afectiva a la enseñanza también tiene un impacto positivo en el rendimiento académico, ya que los estudiantes aprenden mejor en ambientes donde se sienten comprendidos y apreciados.
Una obra indispensable para futuros opositores
Para los futuros docentes que se preparan para opositar, Educar con las otras TIC es una lectura esencial. Manu Velasco ofrece una visión educativa que va más allá de las teorías pedagógicas convencionales, proporcionando a los opositores una brújula moral que les guiará en su futura práctica. Este libro es una invitación a reflexionar sobre el tipo de maestro que uno quiere ser: ¿serás un educador que simplemente sigue el currículo o uno que construye conexiones emocionales profundas con sus alumnos?
El libro no solo habla de los aspectos prácticos del aula, sino que también ofrece una mirada introspectiva hacia la vocación docente. Los opositores encontrarán en sus páginas un recordatorio constante de que ser maestro es mucho más que enseñar una materia: es tocar vidas, inspirar, y crear un espacio donde los estudiantes puedan desarrollar su máximo potencial.
Conclusión
En una época donde la educación parece girar en torno a la tecnología, Educar con las otras TIC: Tiempo, Interés y Cariño ofrece una visión contraria, pero profundamente valiosa. Manu Velasco nos recuerda que las herramientas más poderosas en el aula no son los ordenadores ni los programas educativos, sino la capacidad del docente para dedicar tiempo, mostrar interés genuino y enseñar con cariño. Este libro es una lectura indispensable para cualquier docente —y especialmente para los futuros opositores— que desee encontrar el equilibrio entre lo técnico y lo humano, entre lo académico y lo afectivo.
Educar con las otras TIC es una obra que invita a reflexionar, no solo sobre cómo enseñamos, sino sobre por qué enseñamos. Una lectura que, sin duda, cambiará la forma en que muchos educadores se aproximan a su labor, y un recordatorio de que la verdadera enseñanza es, ante todo, un acto de amor.
Con la colaboración de Grijalbo.
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